Afrocolombiana demandó empresa por racismo

Aunque la justicia cerró el caso, la mujer sentó un precedente en casos de discriminación, tan comunes en la ciudad de Cartago, Valle

Kahinanews integra la Agencia de Noticias Niara

De manera articulada y estratégica, estaremos informando noticias con el enfoque étnic, social y cucultural que idenentifica a esa Agencia

En diferentes ciudades se celebra la semana de la afrocolombianidad

La celebración este año en Cali, busca resaltar la multiculturalidad de este municipio con mayoría afrodescendiente

Malcolm X habla a Buenaventura

Los mensajes de este líder afroamericano llegan a la comunidad de Buenaventura, en especial donde se registran aquellas manifestaciones de cimarronajes

Quibdó, un paraíso negro

La becaria Fulbright Stephanie Claytor narra sus impresiones en un par de visitas al Chocó. "¡No crea en lo malo que oiga sobre Quibdó!

martes, 10 de mayo de 2016

Afrocolombiana demandó empresa por discriminación racial

La justicia decidió cerrar el caso por falta de pruebas pero la mujer asegura lo llevará hasta las últimas consecuencias

AYDA LUISA CÓRDOBA
Cartago, Valle del Cauca
Agencia de Noticias Niara

REPORTAJE


“¿Y qué pasa Ruby, usted no es negra? ¿Usted no está pues para limpiar?”. Estas son las respuestas a las peticiones elevadas por María Rubilda Moreno Lemus, a su jefa inmediata, como una señal de protesta por las continuas afrentas a que fue sometida por dos compañeras de trabajo


La historia

Ruby, como es conocida por todos, fue contratada por la empresa Brillantex, que presta servicios de limpieza a Comfenalco en Cartago, Valle. Su función era servicios generales en el área de la caja desde el 2012, donde al principio la relación con las empleadas de esa dependencia, Margi Garcés y Jhoana Cardona era de total cordialidad y respeto.


Como si tuviera fecha de vencimiento, esa armonía laboral llegó a su fin el día en que Ruby le manifestó su molestia a su jefa inmediata porque una de las referidas trabajadoras “era muy desordenada. Un día le pedí que por favor fuera más ordenada y eso fue lo peor porque empezó mi calvario”.
Líquidos derramados en la nevera, elementos de higiene íntima de mujer regados por el baño, un compendio de frases desobligantes como: “Usted que le lambe tanto a esa negra, pues limpie usted la cocina”, expresada a una compañera de trabajo de Ruby a quien en le reclamaban en dicha expresión, su buen trato hacia esta afrochocoana de 50 años de edad.




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Ruby comentó que en una oportunidad su jefa convocó a las empleadas del área a una reunión para solicitarles más orden y limpieza en el espacio laboral, llamado que fue tomado por Margi  y Lady como una declaración de guerra.
A partir de allí se acuñó un rosario de agravios que incluían más frases como: “Allí no hay nadie, allí hay una sombra”.
Ante un nueva exigencia de respeto, su jefa le respondió: “¿Y qué pasa Ruby, usted no es negra? ¿Usted no está pues para limpiar?”. Ambas preguntas en ese instante la sacudieron en el torbellino de la injusticia pues dejan explícita una connivencia e incluso complicidad que quedaron evidenciadas después. En virtud de la falta de acciones que evitaran tales expresiones de irrespeto, Ruby buscó otras alternativas como el traslado e incluso, una más radical como no presentarse más a trabajar, yendo en contra de sus valores personales entre los que destaca la constancia como herramienta para guardar en la maleta de viaje hacia la realización personal.
Durante sus vacaciones, Ruby se accidentó, recibiendo una incapacidad que suspendió ante la advertencia de un compañero que sugirió retornara a su trabajo ante la posibilidad de ser despedida, situación que fue confirmada cuando recibió la carta de despido sustentada en el cambio de personal.

“Nunca me habían llamado la atención”

Desde su óptica, el despido era injustificado porque “nunca me habían llamado la atención. Es más, yo era empleada de confianza porque sólo dos personas teníamos llaves. Yo era la persona que armonizaba esa oficina, tanto que cuando mi jefa se enojaba, yo le llevaba una aromática sin que me lo pidiera, iba al colegio a buscar su hijo, hacía más de lo que me correspondía; de pronto ese fue mi error, ser demasiado buena gente con ellas”.
Buscar ayuda legal para alegar un reintegro tomó un giro inesperado que la llevó a demandar a la empresa por Discriminación Racial y Despido Injustificado, una batalla más difícil de librar teniendo en cuenta que en Cartago no hay antecedentes de personas afro que hayan tenido la valentía de denunciar este tipo de atropellos.
Otro aliciente fue una expresión vulgar que sentenció su jefa inmediata quien aseguró: “Qué tanto jode si ella es más negra que mi culo”.

El caso

El último round de este encuentro legal se produjo el pasado 16 de junio de 2015, cuando la audiencia se realizó en medio de errores logísticos como no grabar los testimonios. Adicionalmente, el testigo estrella, el compañero de trabajo que prometió testimoniar a su favor, nunca apareció.
Por tanto, la decisión de la fiscal fue cerrar el caso por falta de pruebas, a pesar que las referencias de algunos asistentes, aseguraban que la jurista fue incisiva en las preguntas que esbozó.
Para Ruby y su familia no fue una pérdida porque como ella lo dice con la frente en alto, lo importante no era la plata, “era reclamar mi dignidad. Yo voy a seguir luchando, confío en Dios en que esto no quedará aquí”.




Es imposible no hablar de los efectos colaterales de un acto tan denigrante y poco humano como discriminar a otra persona por su color de piel. Ella, afirma que este impasse la ha limitado su capacidad de relacionarse con las demás personas pues “siento miedo que lo vuelvan a hacer”.
Lo positivo es que su fe en su Dios y en la gente buena, solidaria y respetuosa, continúa intacta dado que es lo único que la ha mantenido en pie de lucha.

Su voz hace el esfuerzo de zafarse del nudo en la garganta para decirle a otras mujeres, hombres, jóvenes o niños afro que estén pasando por una situación similar, a no callar, a levantarse como el ave fénix; esta es la única forma de encontrar compañía, de crear redes de personas que están en contra del racismo, la discriminación y sus nefastas formas conexas.
“Quiero decirles que no están solos, siempre hay alguien que está allí para apoyarlo a uno. No nos dejemos pisotear ni humillar por nada ni nadie; cada uno tiene su valor y tenemos que hacerlo respetar”, aseguró Ruby.
¿Qué nos queda después de conocer esta crónica?, demasiadas enseñanzas, mucho que reflexionar. Este, más que un relato de humillaciones, es una historia de lucha de la que Ruby es la protagonista en una novela que ha logrado tocar corazones y construir fuertes lazos de solidaridad.

Aunque es un caso explícito de discriminación racial, lleva muchas enseñanzas para otros aspectos de nuestras vidas en los que posiblemente, estamos permitiendo que otra persona mancille nuestra dignidad o en los que pisoteamos la persona de alguien. Es muy fácil asumir posiciones y defenderlas a toda costa aunque eso implique divorciarnos de la humanidad de nuestro cuerpo, convirtiéndonos en seres incapaces de respetar la historia de cada quien.








Ruby no es una sombra, es la viva muestra del espíritu guerrero de nuestros ancestros africanos y afrocolombianos que como ella se levantaron con dignidad y dijeron: “Ya basta”. Su alma de luchadora es tan fuerte y está tan viva que logró sacudir la de más hermanos de etnia que se sumaron a su causa y la acompañaron a la audiencia en la que una vez más el miedo y la intimidación fueron el maestro que como títeres movió las marionetas en el teatro de este sistema racista.

Decir NO MÁS, no está prohibido. Levantarse contra lo que consideró una flagrante injusticia no generó temor en esta mujer ni en sus hijos que la apoyaron en todo momento y quienes se llevan una lección para toda su vida: “la plata no es lo más importante, lo verdaderamente valioso es la dignidad”.

jueves, 19 de marzo de 2015

Malcolm X habla a Buenaventura


por Ayda Luisa Córdoba Mosquera


En la primera reunión pública celebrada por la Organización de Unidad Afroamericana (OAAU) el 28 de junio de 1964, en el Audubon Hall de Nueva York, Malcolm X disparó literalmente ráfagas de una verdad que como una radiografía reveló las enfermedades sociales, económicas y políticas de la población afrodescendiente en general de esa época pero que pueden trazarse como calcadas en la  diáspora africana de un territorio como Buenaventura.

El periódico El País de Cali publicó un artículo en el que un investigador de la organización Human Right Watch, afirma en un informe, que la intervención realizada por el Gobierno al principal puerto de Colombia, con el ánimo de disminuir los índices de violencia desbordados, no pasó la prueba pues siguen cometiéndose delitos como desaparición forzada, persiste la ocurrencia de desmembramientos, violencia sexual, drogadicción en la juventud y un rosario de flagelos que demuestran que una sola mano es insuficiente a la hora de atacar problemas estructurales teniendo como sustento maquillado la acción militar.

Al margen de este panorama desalentador destacan afortunadamente brotes de cimarronaje como en Los Nayeros quienes como comunidad se han organizado para contrarrestar y defenderse del accionar del crimen y también cansados de ver que sus jóvenes son sujetos y objetos de la violencia.

A propósito de esta valiente iniciativa, las palabras expresadas con vehemencia por Malcolm X en 1964 podrían decirse desde la terraza del  palacio municipal con un sistema de amplificación tan fuerte que escuchen hasta la Casa de Nariño.  A continuación algunos fragmentos del discurso. Cada quien es dueño de sus conclusiones:

“Por eso nuestro propósito es organizar la comunidad...  ya que la policía no puede eliminar el tráfico de drogas, tenemos que eliminarlo nosotros. Ya que la policía no puede eliminar el juego organizado, tenemos que eliminarlo nosotros. Ya que la policía no puede eliminar la prostitución organizada y todos estos males que destruyen la fibra moral de nuestra comunidad, nos corresponde a ustedes y a mí eliminar estos males nosotros mismos. Pero en muchas ocasiones, cuando en este país o en esta ciudad ustedes se unen para combatir el crimen organizado, se encuentran a ustedes mismos combatiendo al mismo departamento de policía porque ellos están involucrados en el crimen organizado.

Como a Harlem han venido estos policías y no han reducido el alto índice de delitos, les digo, hermanos y hermanas, que ya es hora de que ustedes y yo nos organicemos y eliminemos estos males nosotros mismos, o de lo contrario nos veremos fuera del mundo antes de haber sabido siquiera dónde estaba en este mundo.

La afición a las drogas convierte a nuestra hermana pequeña en una prostituta antes de llegar a la adolescencia; hace de vuestro hermano menor un criminal antes de llegar a la adolescencia… y si ustedes y yo somos lo suficientemente hombre para ir a la raíz de estas cosas, entonces ni siquiera tenemos derecho a andar quejándonos de ellas en modo alguno. La policía no las eliminará. Nuestra comunidad tiene que reforzar su responsabilidad moral para librarse de los efectos de años de explotación, abandono y apatía”.
 
Las zonas más deprimidas son estratégicas para el delito. foto: Cortesía
Coincido con Malcolm X cuando rescata a los funcionarios buenos que para el caso de Buenaventura o Colombia sería la fuerza pública en general. No se puede poner a todos en el mismo saco porque al final de cuentas responden al sistema del Gobierno que de alguna manera le conviene que la situación se mantenga o empeore.

Este llamado urgente al alma cimarrona no es sólo para los porteños, también para la gran hermandad del pacífico que debemos unirnos para apoyar a nuestros paisanos. Debemos unirnos en una solidaridad propositiva,   proactiva y aceptar la responsabilidad de rescatar lo que se ha perdido en nuestras comunidades “por los medios que sean necesarios”

Para finalizar esta frase: “Cuando el negro puede cantar y bailar para complacer al negro, canta una canción diferente y marca un paso diferente. Cuando nos unimos, marcamos un paso totalmente nuestro”, Malcolm X.

jueves, 31 de enero de 2013

Resistencia y movilización afrochocoana

Por: AYDA LUISA CÓRDOBA MOSQUERA
Enero 31 de 2013



Es necesario defender el territorio. Foto: Cortesía


"El asesinato de Emmett Till, un adolescente de Chicago de visita con su familia en Money, Mississippi durante el verano de 1955, no pasó desapercibido. La edad de la víctima, la naturaleza del "crimen" --supuestamente le silbó a una mujer blanca en una tienda-- y la decisión de su madre de dejar el féretro abierto durante el funeral, mostrando las huellas de la paliza que le habían propinado los dos secuestradores blancos antes de dispararle y arrojar su cuerpo al río Tallahatchie el 28 de agosto, todo contribuyó para que el caso se convirtiera en una cause celebré. Unas 50,000 personas pudieron haber visto el cuerpo de Emmet Till durante el funeral en su casa de Chicago y muchos miles más fueron expuestos a la evidencia, cuando una fotografía del cadáver fue publicada en la revista Jet.
Los dos asesinos fueron arrestados el día después de la desaparición de Till. Fueron declarados inocentes un mes más tarde tras una deliberación de 67 minutos por parte del jurado. El asesinato y la subsecuente absolución galvanizaron al público en el norte de forma análoga al caso de los "Scottsboro Boys" en los 1930s".
(Netgrafía: http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_por_los_derechos_civiles_en_Estados_Unidos)

A simple vista, un hecho como el descrito, suena macabro para los ojos, el alma y la historia de muchos afrocolombianos. Precisamente, leer esas líneas despierta la fibra de la solidaridad dormida en muchos de nosotros porque no tuvimos que pasar por los vejámenes que atravesaron nuestros hermanos afroamericanos y radica desde mi punto de vista, en esa carencia, el hecho de que no tengamos un proceso de comunidades afrocolombianas y afrochocoanas organizado, estructurado, cohesionado y sobre todo planificado hacia objetivos comunes.
La violencia y sus formas conexas han hecho campamento en el departamento del Chocó, generando acciones de calle como la firmatón denominada "El Chocó firma por  la paz" que tendrá lugar mañana 1 de febrero en el parque Centenario de Quibdó, la capital chocoana. Es natural y conveniente que la sociedad civil chocoana se manifieste en contra de estas actividades que si bien crean consciencia, en ocasiones no dejan de ser eventos aislados que  lterminan siendo un punto de referencia pudiendo ser un punto de partida hacia la visibilización real de nuestra problemática.

Madre de Emmet Till. Foto. Cortesía

Aclaro que no estoy en contra de esta actividad, por el contrario quisiera tener mil manos para estampar dos mil firmas  que demuestren mi amor y compromiso profundo por esta tierra que me vio nacer. El planteamiento es que estas acciones, estas movilizaciones deben hacerse todos los días, en espacios donde se toman las decisiones y por supuesto, aplicando la creatividad en la transmisión del mensaje que en este caso, es la defensa de nuestro territorio.
Es posible que como en el caso arriba referido no sea necesario mostrar las heridas, pero si podemos adelantar acciones como por ejemplo una marcha hasta Bogotá como en los mejores años del Reverendo Martin Luther King Jr, o "clonando" casos como los de los 60´s en Estados Unidos cuando los afroamericanos adelantaban "Viajes por la Libertad" y movilizaciones multitudinarias, masivas en gente, en extensión geográfica y en mensajes.
El desarrollo y la soberanía del Chocó no es un asunto de un día, es una empresa que demanda de nosotros idear estrategias cada vez más novedosas y firmes de objetivo que nos permitan además de visibilizar, generar soluciones, las respuestas que el pueblo chocoano está pidiendo del Gobierno central.
Por mi departamento estoy dispuesta incluso a ofrendar mi vida pues aunque aún no esté en mi vientre, en mis sueños he visto a mi hijo y por él que será mi existir, tengo toda la disposición y la responsabilidad de dejarle un Chocó donde pueda crecer, donde pueda ser, donde pueda vivir y no ser la persona que los violentos le permitan ser.

El pueblo chocoano debe mantenerse unido. Foto: Cortesía


miércoles, 30 de enero de 2013

Primero enferma que mal atendida

Por : Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Enero 30 de 2012

Quibdó.-

El pasado 29 de enero del presente año viví una escena para muchos enfermos, minúscula frente a las mayúsculas enfermedades que padece el sistema de salud colombiano. A las 4:00 am decidí acudir por el servicio de emergencias a la IPS que me atiende en esta ciudad pues me aquejaba un dolor bastante fuerte, cercano al riñón  y era tal su magnitud que me arriesgué a aventurarme a visitar una clínica sabiendo que podía pasar lo que efectivamente pasó.

Al entrar, me recibió el rostro huraño de una paisana que me atendió de forma displicente, luego me hizo pasar a un consultorio y sentarme en una camilla. Ella llamó a la puerta de un consultorio contiguo de donde salió una mujer vestida con un leggins negro a la rodilla, una blusa del mismo color, de esas muy famosas por estos días de marca "Hollister" que quienes las han visto, permiten que los senos de las mujeres se asomen al mundo exterior; además calzaba unas sandalias. La primera impresión al verle "la pinta" y la marca de la almohada en el rostro, fue que aquella mujer de tez oscura y baja de estatura, era la familiar de algún enfermo, pero al ver que de su cuello colgaba el estetoscopio, una decepción inicial me recorrió al confirmar que era la doctora que me atendería.

Tras un saludo poco amable y por consiguiente poco ético, me dijo que me acostara en la camilla, preguntó que tenía, respondí mientras su mano derecha tocó mi abdomen y preguntó:

- "¿Cuando fue su última menstruación?... ¿Está orinando normal?. Pues yo veo su vientre plano, tiene dolor pero lo tolera. Lo que puedo hacer es mandarle algo para el dolor y que saque una cita".

Yo me quedé tumbada en la camilla esperando el pinchazo de la inyección que me aplicaría la enfermera que me atendió en la recepción, escuchando la pregunta que retumbaba en mi mente y no era otra que ¿qué pasó aquí?

Esta pregunta es una de respuesta múltiple. Sin el ánimo de criticar ni señalar a nadie, tras el telón de esta obra hay claramente un cansancio por la profesión que escogieron que no es cualquiera pues son los profesionales de la salud quienes en este mundo, tienen la posibilidad de salvar una vida. Por eso, el día que pierda el amor por lo que hace, es mejor retirarse.

Para un pueblo como el afrodescendiente, es altamente preocupante que haya algunos médicos que no asuman su rol de forma ética y expedita. Y más preocupante aún que sea una médica la que atienda un paciente de esta manera.
Es que quien auscultó y quien fue revisada, son dos mujeres afrochocoanas, profesionales, hijas de familias trabajadoras que por la educación ascendieron y que tienen a pesar de sus diferencias naturales, la responsabilidad de construir nuevas bases para el nuevo ciudadano chocoano.

En las manos de esa doctora hay la posibilidad de sanar, de curar mujeres que por padecer alguna dolencia, no pueden llevar a cabo la función que desde el cielo le fue asignada desde el momento de su fecundación. De cuidar y sanar a las afrochocoanas depende el futuro de las nuevas generaciones amenazadas por nuevas formas de racismo, discriminación y exclusión como el desplazamiento por la acción de grupos al margen de la ley y flagelos como la corrupción administrativa ejercida en su mayoría por hombres que no legislan para mujeres.

Esa doctora y yo somos hermanas de etnia y entiendo su postura expresada en su manera de llevar a cabo su profesión, pero ese tipo de comportamientos no pueden ser tolerados porque nos seguirán sumiendo en la desidia, la desesperanza y seguirán perpetuando estereotipos de ineptitud e incapacidad que aún son lastre de las comunidades afrochocoanas.

La invitación es clara y aunque parezca superficial, las afro debemos mantener nítidas, impecables y ser las mejores profesionales que podamos ser, porque nuestros retos no son iguales a las de un mestizo o indígena y son diametralmente opuestos a los de los demás departamentos del país.
También hay un llamado explícito a ver el dolor espiritual y en este caso físico de nuestros hermanos, pues de lo contrario la indolencia nos seguirá dividiendo.



lunes, 28 de enero de 2013

Cumbre de los Pueblos: Participación que profundiza la democracia‏

Fuente: Minga Informativa de Movimientos Sociales

Eduardo Tamayo G.

Santiago de Chile.- Con una nutrida marcha, alegre y multicolor, que recorrió las calles de Santiago se inició este 25 de enero la Cumbre de los Pueblos de América Latina, el Caribe y Europa que se desarrolla en forma paralela a la Cumbe oficial de los jefes de Estado y de gobierno de Europa y América Latina.

Los manifestantes expresaron, mediante gritos, pancartas y discursos, su rechazo a las políticas neoliberales que afectan la vida de los pueblos, a la vez que dieron a conocer su respaldo a la unidad y la integración de los pueblos.

La marcha transcurrió sin contratiempos, pero durante la concentración en la Plaza de Armas, mientras intervenían los líderes sociales, los Carabineros, con sus vehículos anti-motines, rociaron con agua a los asistentes. La gente se paró firme, no se movió, y rechazó estos ataques. Lo Carabineros tuvieron que retroceder.

Delegados de cuatrocientas organizaciones de Europa y América Latina debaten, desde este 25 hasta el 27 de enero, temas como democracia, participación, soberanía de los pueblos, el poder de las transnacionales, los derechos humanos, la privatización de los bienes comunes, buen vivir y derechos de la Madre Tierra, la mercantilización de la tierra y de la vida, y la integración y solidaridad de los pueblos.

Hugo Godoy, dirigente de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), señaló que la Cumbre de los pueblos “es muy importante hacerla en forma paralela a las autoridades institucionales, porque necesitamos que la unidad de los pueblos latinoamericanos crezca”. Agregó que no es suficiente la reunión de los jefes de Estado, necesitamos la creación de espacios de las organizaciones sociales y sindicales porque la democratización se logra con participación popular, para que las democracias sean más profundas y participativas, más equitativa la distribución de la riqueza, con más soberanía de los pueblos.

“Frente a los gobiernos europeos, nosotros queremos decirles que no queremos ningún tratado de libre comercio, ni tratados bilaterales porque el viejo mundo del sistema capitalista está en crisis y de allí no hay nada que los pueblos latinoamericanos podamos recoger”, enfatizó Godoy.

Por su lado Fabián Cohen, delegado francés del colectivo Francia América Latina, destacó que esta cumbre de los pueblos es la continuación de otras que se desarrollaron en forma paralela a las oficiales en Guadalajara, Viena, Lima y Madrid. Destacó que esta cumbre social que se desarrolla en Santiago se produce cuando hay una nueva correlación de fuerzas entre Europa y América Latina, en un periodo en que Europa se debate en una profunda crisis y América Latina están demostrando que es posible hacer otro tipo de política.

Beverley Keene, integrante de Jubileo Sur, señaló que este encuentro social tiene trascendencia porque permite que los pueblos tenga voz y porque estamos aquí discutiendo y consolidando propuestas muy concretas, desde cada comunidad, cada país, cada región y a nivel birregional entre los movimientos de América Latina y Europa. Señaló que tomarse las calles es importante porque en la Cumbre oficial no hay puertas abiertas para los pueblos, hay puertas abiertas a los bancos, a las empresas, a quienes están saqueando nuestras riquezas y discriminando a nuestros pueblos. “De tal manera que es importante que se escuche el grito en las calles de Santiago como en todas las calles de nuestros países a los dos lados del Atlántico”, enfatizó.

Las organizaciones sociales de Chile participaron reivindicando sus propias demandas como la liberación de los presos mapuches, el rechazo a la construcción de represas y la contaminación, por los derechos a la educación y al agua.

Dafne Concha, presidenta de la Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación, señaló que están participando en la Cumbe de los pueblos para defender el derecho a la educación porque la actual constitución chilena no garantiza este derecho sino la “libre enseñanza”, es decir, la educación como bien de consumo y no como bien social. “Estamos muy mal en la educación en Chile, en la educación existe lucro, quienes ganan dinero y hacen un negocio, cuando debería ser un derecho”, agregó.

Osvaldo Zúñiga, presidente de la Confederación Campesina Ranquil de Chile, señaló que los debates y la movilización nos sirven para profundizar sobre las propuestas que la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas y Vía Campesina están construyendo en torno a la soberanía alimentaria. Por otro lado, denunció que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Chile, que ya cumple 10 años, ha perjudicado mucho a los campesinos porque el Estado chileno se ha puesto al servicio de las agroexportadoras, de la Dole, la Chiquita, Belmonte Quality, que imponen los precios de la producción del campesinado. Agregó que se ha concentrado la tierra en manos de grandes transnacionales y se ha favorecido a las productoras de semillas transgénicas.

Para este domingo 27 de marzo se ha invitado al Presidente boliviano Evo Morales al acto de cierre de la Cumbre de los Pueblos.

viernes, 25 de enero de 2013

"Arrástrate pero no dejes de avanzar"

Por: AYDA LUISA CÓRDOBA M.


"Si no puedes volar, entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero hagas lo hagas no dejes de avanzar."

Estas palabras del Reverendo Martin Luther King Jr, no sólo inspiran al mejoramiento continuo de los seres humanos, también son un claro lineamiento para los hijos de África nacidos en la diáspora quienes desde siempre hemos confrontado y afrontado numerosos retos.

Aunque arrastrarse para algunos tenga una connotación negativa, en el contexto de la frase del Revendo, es pertinente asumir una de las acepciones del verbo que lo define como "llevar a uno tras sí, o traer a otro en su dictamen o voluntad". Arrastrar en ese caso convoca a la acción, a la proposición y en lo concerniente a las comunidades afro, a motivar a quien esté anquilosado por factores como el miedo que produce haber sido o ser víctima del flagelo de la discriminación o los efectos lesivos de la exclusión.

Estos procesos requieren de personas afro que vuelen para planificar el pensamiento estratégico o ideológico, que corran en diferentes esferas que propendan por la visibilización de nuestras necesidades, expectativas y problemáticas. De igual forma, la causa que nos convoca demanda la participación de personas que caminen reclamando a través de acciones afirmativas; todas y cada una de las personas mencionadas tienen que arrastrar. Arrastrar masas, voluntades, capital económico y pensamientos hacia un mismo fin o parafraseando al Reverendo King, "hacia la tierra prometida".

Para nosotros corre, caminar, arrastrar y avanzar, deben dejar de ser verbos muertos y convertirse en acción viva que genere cambios en estructuras puntuales para de esta forma lograr grandes transformaciones para un pueblo además debe contener la amenaza de medios de comunicación que in- forman en lugar de contribuir a la formación de ciudadanos integrales.



La amenaza del establecimiento estuvo latente en las luchas por los derechos civiles. Cortesía 





miércoles, 23 de enero de 2013

Afrocolombiano, negro, raizal y palenquero: ¿qué es todo eso?

Foto: Cortesía

 
Un tigre no proclama su trigritud: salta.
Wole Soyinka

Nombrarse constituye uno de los mayores problemas en la construcción de un imaginario étnico en contextos en los que la adscripción a un determinado grupo no obedece solamente a la invención que sus  miembros se provean, acudiendo a su historia, tradiciones y elementos identitarios; sino además a la caracterización que de este pretenda realizar el Estado, oficiando de agente ordenar de los asuntos sociales, políticos y económicos de envergadura en el territorio que busca articular bajo el sustrato de lo nacional.

En el caso de las y los afrodescendientes en Colombia, el asunto de nombrarse con propiedad ha transitado por meandros categoriales que han ocupado, a desgano, por mucho tiempo al mundo académico sin que logre todavía afinar conceptualmente el asunto; al punto en que buena parte de las y los investigadores han optado por informar a sus financistas y lectores de la razón por la que aparece entre comillas, se nombra como la gente nombra, se opta por eludir un uso histórico, se defiende tal uso histórico, se reconoce la novedad de etnónimos hechos propios o se los rechaza por parecer exóticos.