A Manuel Ruiz, asesinado junto con su hijo de 15 años, le dijeron que había ganado $ 6 millones.
A pesar de ser uno de los 37 reclamantes de tierras amenazados en Curvaradó, zona del Chocó, Manuel Ruiz, asesinado junto con su hijo de 15 años por supuestos miembros de la banda criminal Águilas Negras, no le avisó a la Policía que el viernes pasado saldrían de la vereda Apartadorcito, del Carmen del Darién (Chocó), hacia la vereda Llano Rico, de Mutatá, en el Urabá antioqueño.
El miércoles, los cuerpos de los dos fueron hallados con señales de tortura.
Lo que ha llamado la atención del caso es que antes de ser retenido con su hijo por la banda criminal que los mató, Manuel había sido retenido por la Policía de Mutatá.
Según el coronel Leonardo Alberto Mejía, comandante de la Policía de Urabá, el campesino se desplazó hasta Mutatá porque a su teléfono móvil llegó un mensaje de texto que le anunciaba que se había ganado 6 millones de pesos y que tenía que hacer unas recargas para poder recibir el premio. "Hizo una por 300 mil pesos.
Cuando la señora le cobró, él manifestó que no tenía dinero. La señora llamó a la inspección de Policía y unos agentes lo retuvieron a la 1:45 p.m.", dijo el oficial.
Según el informe de las autoridades, Manuel y su hijo no estuvieron más de 15 minutos en el lugar, ya que él se comunicó con un amigo para contarle la situación y este, a su vez, llamó al Ministerio del Interior. "Unos funcionarios llamaron a la Inspección y nos dijeron que él no podía estar retenido. Así se enteraron los agentes de que era una persona protegida. Inmediatamente la fiscal los dejó salir", añadió el coronel Mejía.
Después del incidente, Manuel habría cogido una buseta para regresar a su casa, pero cuando iba en camino tres hombres que se identificaron como paramilitares interceptaron el vehículo y lo bajaron a él y a su hijo.
Según la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, a las 4:30 p.m. de ese viernes el hombre se comunicó con su esposa para contarle que estaban secuestrados y que "(...) les exigían 2 millones de pesos para dejarlos en libertad. Agregó que el dinero debían llevarlo a un lugar de giros llamado Gana, de Mutatá".
Una hora después, según la ONG, paramilitares "entre ellos José de Jesús Moya Asprilla, apodado el 'Cucho', les anunciaron a los familiares de las víctimas que habían sido asesinadas" y que encontrarían sus cuerpos debajo del puente de Río Sucio, a diez minutos de Mutatá.
Solo ayer las autoridades encontraron los cadáveres, que tenían tiros de gracia en la cabeza.
El miércoles, los cuerpos de los dos fueron hallados con señales de tortura.
Lo que ha llamado la atención del caso es que antes de ser retenido con su hijo por la banda criminal que los mató, Manuel había sido retenido por la Policía de Mutatá.
Según el coronel Leonardo Alberto Mejía, comandante de la Policía de Urabá, el campesino se desplazó hasta Mutatá porque a su teléfono móvil llegó un mensaje de texto que le anunciaba que se había ganado 6 millones de pesos y que tenía que hacer unas recargas para poder recibir el premio. "Hizo una por 300 mil pesos.
Cuando la señora le cobró, él manifestó que no tenía dinero. La señora llamó a la inspección de Policía y unos agentes lo retuvieron a la 1:45 p.m.", dijo el oficial.
Según el informe de las autoridades, Manuel y su hijo no estuvieron más de 15 minutos en el lugar, ya que él se comunicó con un amigo para contarle la situación y este, a su vez, llamó al Ministerio del Interior. "Unos funcionarios llamaron a la Inspección y nos dijeron que él no podía estar retenido. Así se enteraron los agentes de que era una persona protegida. Inmediatamente la fiscal los dejó salir", añadió el coronel Mejía.
Después del incidente, Manuel habría cogido una buseta para regresar a su casa, pero cuando iba en camino tres hombres que se identificaron como paramilitares interceptaron el vehículo y lo bajaron a él y a su hijo.
Según la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, a las 4:30 p.m. de ese viernes el hombre se comunicó con su esposa para contarle que estaban secuestrados y que "(...) les exigían 2 millones de pesos para dejarlos en libertad. Agregó que el dinero debían llevarlo a un lugar de giros llamado Gana, de Mutatá".
Una hora después, según la ONG, paramilitares "entre ellos José de Jesús Moya Asprilla, apodado el 'Cucho', les anunciaron a los familiares de las víctimas que habían sido asesinadas" y que encontrarían sus cuerpos debajo del puente de Río Sucio, a diez minutos de Mutatá.
Solo ayer las autoridades encontraron los cadáveres, que tenían tiros de gracia en la cabeza.
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