Pages - Menu

Pages

Pages - Menu

Pages

martes, 17 de abril de 2012

Obama no conoció a 'Tostao'

Fuente: www.elespectador.com


Alcalde de Cartagena tampoco asistió al evento con el presidente de EE. UU., Barack Obama


Barack Obama se reunió con los afro en cabeza de Óscar Gamboa, director del programa presidencial para la población afrocolombiana

El alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán, el primer negro en ocupar dicho cargo, vio por televisión el evento ‘afro’ de la visita del primer presidente negro de los Estados Unidos a su ciudad. Al gobierno no le importó el simbolismo de su exclusión. Con dignidad, el alcalde prefirió no asistir, al habérsele quitado el lugar que le correspondía.
Cuando apareció Shakira para sentarse junto a los niños, el público apenas se inmutó. Comenzó a rodar “¿Por qué no está ‘Tostao’?”. El Gobierno hizo una lista de 30 invitados y luego tachó a 15, entre ellos al líder de la banda ChocQuibTown. Como había más de 20 sillas vacías, la indignación crecía observándolas.
Una vez se supo que el director del programa presidencial para la población afrocolombiana, Óscar Gamboa, no tuvo mayor influencia en el listado, se dejó de pedirle razones. En realidad, los cubículos de Gamboa, en la calle 24 con carrera 10, están lejos de la Casa de Nariño en todo sentido.
El gobierno usó el tema ‘afro’ con Obama, por la razón obvia, y terminó haciendo algo que molestaría a cualquier afroamericano si se lo explicaran. Y a Obama más, si es que alguien ha leído sus libros en el gobierno colombiano. Se trató de un acto de dominación simbólica y de poder crudo. Decidieron, “ante sí y para sí” los aspectos esenciales de cómo se presentaría a la población afrocolombiana ante “el mundo”.
¿Desde cuándo San Pedro Claver es el personaje para mostrar respecto a la ‘experiencia’ de los negros en esta nación? Porque si querían buscar en el siglo XVII, el ícono es Benkos Biohó, que alcanzó la libertad por sus propios medios, y no un admirable misionero que aliviaba los dolores de la esclavitud. El mismo día en la mañana, el alcalde Terán, rodeado por muchos, había bautizado una plazoleta con el nombre de Biohó, todavía sin efigie.
¿Por qué no le mostraron a Obama la memoria del general José Padilla? En Cartagena están los sitios de sus más importantes pasos. Tal vez porque si se tiene interiorizada la dominación simbólica lo que fluye es la figura del santo protector y no reconocer que a los que han sido discriminados por el color les debemos el héroe naval de la independencia, el ganador de una batalla decisiva, el coronel Juan José Rondón, y la vida de miles de “pardos” que creyeron tanto o más en la República que muchos criollos.
Escogen arbitrariamente el pasado de un grupo (pudieron llamar a Alfonso Múnera o mirar las revistas de Color de Colombia) y luego definen, igual, la presentación simbólica de su presente. ‘Tostao’, al fin y al cabo ganador de un Grammy, debía estar al lado de Shakira, para cantar el Himno Nacional o lo que fuera. Muy bien la frase de Shakira para la reelección de Obama con los latinos, pero el evento también tenía otra naturaleza. Campo Terán debía saludar como mandatario por voto popular. Punto.
El Gobierno pudo haber aparentado más respeto. Un poco tarde, gracias a que Obama se acercó al público, al presidente Santos le pareció “importante” que el visitante saludara al gobernador del Chocó, Luis Gilberto Murillo, que alcanzó a recordarle una gestión de 2004. Los congresistas de la bancada afrocolombiana ni fueron invitados. Si el show hubiera tomado en serio a la población, habría sido otro el protocolo con sus representantes.
Llevaría dos horas de vuelo Obama en su regreso, cuando en una comida en Cartagena se hablaba de conseguir una cita con él en la Casa Blanca para decirle que vuelva en septiembre de 2013 y asegurarse de que no se repita 2012. Por ahora, que el presidente Santos no siga repitiendo “hay una minoría que llevamos en el corazón”, por favor. San Pedro Claver no.

*Directivo de la Fundación Color de Colombia.


martes, 10 de abril de 2012

¿Qué caminos existen para la integración Sur-Sur?

Jesús Chucho García 


“África y la cooperación con el Sur desde el Sur”, coordinada por el congolés Mbuyi Kabunda, es una obra de consulta obligada para quienes quieran tener una visión sobre estos complejos procesos políticos contemporáneos


 Mbuyi Kabunda. Foto: Cortesía
ACTIVISMO CRITICO Y ALTERNATIVAS





Acaba de salir en España, un libro bajo la coordinación de uno de los intelectuales más brillantes y críticos de la África subsahariana contemporánea. Se trata del congolés Mbuyi Kabunda, quien se desempeña como catedrático de algunas universidades europeas y africanas. Su obra, África y la cooperación con el Sur desde el Sur, es una invitación crítica a las relaciones intra-África, el despojo del Norte y las relaciones entre África y América del Sur. Este libro es una prueba de la búsqueda de conexión entre pensadores, activistas y académicos de América, Europa y África para establecer senderos desde una perspectivas distintas como están acostumbrados los "cabezas pensantes” euroamericanos a definir las líneas por donde los países del Sur deben trazar sus líneas de desarrollo. 
 
Varios son los autores que dejan sus testimonios irreverentes reflexivos en este texto lleno de datos, informaciones de primera mano así como de vivencias en estos complejos procesos políticos contemporáneos. Este texto es una comunión entre el activismo, la crítica y la construcción de alternativas, que tal vez no serán escuchadas por quienes tienen el poder en sus diferentes dimensiones, pero como intelectuales salvan sus responsabilidades sobre el futuro del planeta.

 


 
Los Límites de la integración 
 


Después de los procesos de liberación en África subsahariana se comenzaron a ensayar instrumentos de integración, desde la Organización de la Unidad África (OUA), hoy Unión Africana (UA), hasta la NEPAD (Nueva Alianza para el Desarrollo en África). La intraregionalización también ha intentado ponerse en práctica a través de organismo como la Cedeao (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), la Sadec (Comunidad Económica de África Austral), Ceeac (Comunidad Económica de los Estados de África Central), EAC (Comunidad de África Oriental) y Comesa (Mercado Común de África Oriental y Austral), SACU (Unión aduanera de África Austral), entre otros, algunas veces, según Kabunda presentan contradicciones ante hechos y conflictos que suceden en África, como el caso de Libia, sin embargo ante golpes de Estado que violentan los órdenes constitucionales establecidos se cierran en fila común, como en el caso de Madagascar o el reciente golpe en Mali. Dos de estos bloques regionales sólidos han sido la Cedao y la SADC, encabezadas por Nigeria y Sudáfrica, aunque Angola hoy tiene la presidencia de esta última. La Cedao ha promovido la cooperación económica, la creación de un mercado común, la libre circulación de sus ciudadanos. Mientras la SADC subraya la armonización de las políticas de desarrollo así como en el área de defensa y seguridad. Sudáfrica representa el 75% del PIB de los países de la SADC. Estratégicamente, Nigeria, Sudáfrica y Angola son los países en África subsahariana de mayor ubicación geopolítica y sostenibilidad, de ahí que Estados Unidos recientemente haya lanzado una ofensiva diplomática, económica, política y militar hacia estos tres países.
 
La complejidad de la integración, según Kabunda, difícilmente podría convertirse en una base sólida de la cooperación Sur-Sur sin encontrar un firme sustento de cooperación con los países africanos. Otras de las colaboradoras, Susana Tello, expresa que el fracaso de la mal llamada África francófona, lo marca la denominada franciafrica. “La actuación criminal de Francia en África contemporánea –en su parte oculta, esconde, un mundo sin leyes de desvíos financieros, criminalidad política….”